Hay que echarle huevos

"En la cocina, hay que echarle muchos huevos", gran frase.
Acordaos del día de hoy: 14 de agosto de 2005, porque este día pasará a la Historia, el gran día en el que Ruambo hizo su primera tortilla de patata. La emoción inunda de lágrimas mis globos oculares al rememorar el fantástico acontecimiento.
No os equivoqueis, el cocinitas Ruambo ya hizo sus pinitos pero, cosas de la vida, nunca hiciera una tortilla de patata. Me hallaba temeroso ante el inminente fracaso, mas no fue del todo mal: al 50%, podríamos decir, pues la mitad de la tortilla salió perfecta y la otra mitad rota y desmembrada, por haberle dado la vuelta de manera deficiente a este suculento plato, que no sólo contenía 3 huevos, 1 patata grande y sal, sino que en un alarde de valentía había añadido chorizo picado.

Mi intención era hacer un documental gráfico del complejo proceso de elaboración pero, ¡oh fatalidad!, la cámara digital no funciona.

Sin embargo, no cesaré de indicar la emoción que me embarga, la cual me impulsa a dedicarle al alimento que nos ocupa una composicion poética:

Oda a la tortilla

¡Oh, tortilla!, ¡oh, tortilla!,

¡qué sabor!, ¡qué maravilla!

En tus formas amarillas

he hallado el placer,

con esas patatillas

bien tenías que saber.

Y de los huevos, ¿qué decir?

¡media docena apetece freír!

Agradecimientos:

Dedicado a todos los que han hecho posible este prodigio, desde las gallinas que cedieron sus huevos desinteresadamente hasta el desarrollador del teflón de la sartén. Un agradecimiento especial a Mireya por sus sabios consejos telefónicos de ayer.

PD: Sabía de P.M.