Hikikomori
Hikikomori en japonés significa inhibición, reclusión, aislamiento y este es el nombre que se ha puesto al trastorno que padecen cerca de 1.200.000 chicos japoneses.
Estos adolescentes deciden encerrarse en su habitación o en una parte de su casa después de suspender un examen o tener un desengaño amoroso y lo que empieza por una chiquillada acaba convirtiéndose en años de reclusión voluntaria. La familia resignada no hace más que pasarle la comida sin poder mediar palabra con él. En la habitación suelen tener TV, PlayStation y todo lo necesario para no tener que salir. Se suelen pasar la noche jugando a los juegos y las consolas que sus padres les proporcionan (que son todas las que quieren) y los días durmiendo. Acostumbran a ir corriendo al lavabo para volver al momento y en algunos casos no se bañan durante meses. Si el chico se ha encerrado en la cocina, la familia ha tenido que construir otra para el resto de ellos.
En una sociedad en la que tener un hijo con este trastorno es una vergüenza, donde si un menor deja de ir a la escuela nadie hace nada por él, donde este trastorno (que es descaradamente afectivo y psicológico) se atribuye toda la culpa a la familia y no se interviene de modo oficial para que el adolescente lleve una vida digna, lo más lógico parece que si un adolescente se encierra durante 5 años en su habitación nadie haga nada.
Las cifras son para preocuparse ya que 1 de cada 10 adolescentes japoneses sufren hikikomori y este fenómeno… se produce casi exclusivamente en Japón. Parece fácil sacar conclusiones al referirse a un sólo país, como que es una cultura opresiva con los menores, donde es mejor encerrarse que suspender un examen, es una sociedad muy centrada en los videojuegos y la tecnología pasando por alto las necesarias relaciones humanas, parece que estos chicos no están preparados para relacionarse o para solucionar un problema y que todo esto lleva a estos niños a buscar refugio en su habitación. Para un adolescente es normal que no haya lugar mas seguro que sus 4 paredes, es como esconderte debajo de la manta o poner la cabeza bajo tierra como las avestruces, buscar el lugar donde nadie puede atacarte, nadie puede suspenderte ni dejarte, nada puede salir mal si nada arriesgas y en una situación de gran tensión social y emocional lo mas fácil es encerrarse y dejar pasar los años.
Dentro del trastorno hay diferentes perfiles: algunos salen por la noche pero rehuyen la compañía y la conversación, otros al sentir presión por sus padres para hablar o salir del cuarto se ponen violentos o amenazan con el suicidio, otros hablan un poco con la familia. El 41 % de los afectados están entre 1 y 5 años en sus habitaciones. Existen casos de comorbilidad con otros trastornos como depresión, ansiedad, agorafobia pero también hay casos en que no se da. En Japón se están publicando muchos libros sobre el tema respondiendo a lo que supongo debe ser una alarma social pero subterránea (la familia suele esconder el hecho de tener un hijo en esta situación). Como es de suponer existen clínicas especializadas pero en ellas sólo ingresan los chavales que se prestan voluntariamente y el porcentaje es muy pequeño.
[Gracias a Anedonia.Net]
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