Sexo en el blog del corderillo Ruambo
Antes, incluso, de empezar a colaborar en esta página, le había prometido al jefe que iba escribir un relato erótico, lo iba a colgar en el foro, pero ahora que soy colaboradora y tengo potestad para decidir los contenidos, voy a darle un poco de colorcillo a esta página, bueno y, también, de calorcillo.
La promesa se debe a que en mi web-pasado fui webmaster de una página porno y me dedicaba con ansioso empeño a escribir relatos eróticos; así que, recuperando la inspiración sensual de antaño, os dedico estas líneas.
Es tarde, muy tarde. Quiero dormir, pero no puedo. Tengo calor, mucho calor. Siento arder mi interior, es el ansia de hacerte el amor.
Cierro los ojos y te veo. Recuerdo los besos que me diste; me acaricio la cara y el cuello y vuelvo a sentirlos, noto el calor de tus labios sobre mi piel, tu aliento en mi oreja, la humedad de tu lengua en mi boca. Suspiro, cada vez siento más calor, me sobra la ropa, me quema, mi piel arde, mi cuerpo se agita y me pide cada vez caricias más intensas,
Te necesito, quiero tus labios y tus manos, quiero disfrutar de tus besos y tus caricias, no me cansaré nunca. Quiero oir tu corazón agitado, quiero notar los cambios que provoco en tu cuerpo. Quiero excitarte tanto como me excitas tu a mi.
No puedo tenerte aquí ahora, pero puedo imaginarte desnudo junto a mi...
Continuará (...)
Ale para empezar con la sección erótica de Carussa llega, además son las 4 de la mañana y antes de seguir poniendo al personal quiero la aprobación del jefe, que igual esto lo leen niños...
La promesa se debe a que en mi web-pasado fui webmaster de una página porno y me dedicaba con ansioso empeño a escribir relatos eróticos; así que, recuperando la inspiración sensual de antaño, os dedico estas líneas.
Es tarde, muy tarde. Quiero dormir, pero no puedo. Tengo calor, mucho calor. Siento arder mi interior, es el ansia de hacerte el amor.
Cierro los ojos y te veo. Recuerdo los besos que me diste; me acaricio la cara y el cuello y vuelvo a sentirlos, noto el calor de tus labios sobre mi piel, tu aliento en mi oreja, la humedad de tu lengua en mi boca. Suspiro, cada vez siento más calor, me sobra la ropa, me quema, mi piel arde, mi cuerpo se agita y me pide cada vez caricias más intensas,
Te necesito, quiero tus labios y tus manos, quiero disfrutar de tus besos y tus caricias, no me cansaré nunca. Quiero oir tu corazón agitado, quiero notar los cambios que provoco en tu cuerpo. Quiero excitarte tanto como me excitas tu a mi.
No puedo tenerte aquí ahora, pero puedo imaginarte desnudo junto a mi...
Continuará (...)
Ale para empezar con la sección erótica de Carussa llega, además son las 4 de la mañana y antes de seguir poniendo al personal quiero la aprobación del jefe, que igual esto lo leen niños...
1 Comentarios:
Pues a este corderillo le parece bien. Recuérdese la figura mitológica del sátiro y su parecido con los corderos/cabras/cabritos...
(En increible lo q se le ocurre a uno a las 5:47 después d salir d copas)
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